Muchas veces tenemos que decir entre dos cosas muy importantes, y como no sabemos qué hacer, después de darle muchas vueltas, algunos lo echan a suerte, un cara o cruz, por ejemplo. Pues en ese momento en el que asignas cara a una opción y cruz a la otra, en el momento en el que estás apunto de saber cuál saldrá, tú ya has decidido porque tienes más ganas de que salga una opción u otra. Que elijas la que más te apetezca o la que más te gusta no quiere decir que sea la opción correcta, quizás no lo sea y con el tiempo tengas que cambiar y coger otra opción, pero... ¿y qué? Elegir lo que te gusta no es malo, no elegir lo que te gusta porque no sea lo correcto o lo mejor eso si es malo, es malo tomar decisiones que nos hacen infelices, es como si tu pareja te trata mal, te engaña, miente y utiliza y, al final, vuelves con ella porque es más fácil, y para algunos más correcto.
Pues no, las cosas que no te hacen bien deberías de eliminarlas de tus opciones. Juégatela, y haz un cara o cruz con las cosas que te hagan feliz, cosas por las que tengas que luchar y no por cosas que te sean fáciles y simples.
La felicidad no está siempre en lo sencillo, pues lo sencillo a veces aburre. ¿Por qué crees que la vida no es fácil? Si lo fuera sería muy aburrida y monótona.
Así que decide, a cara o cruz, o pensando mucho, pero decide entre las cosas que te hagan feliz. Porque al final lo único que nos queda en la vida son los buenos momentos.
Y sí, como dice una gran mujer "la vida es dura, después de todo te mata".
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